Internet es la herramienta de comunicación más importante de las que disponemos hoy en día, pero también es una de las menos controladas. Es por esta razón que seguir el rastro de pedófilos y pederastas, de consumidores de pornografía infantil, e incluso de miembros de foros donde comparten estas parafilias, se hace muy difícil.
Escondidos tras el anonimato de las pantallas de sus ordenadores, los pedófilos generan comunidades clandestinas, con sus reglas y con sus propios símbolos que les hacen reconocerse entre ellos mismos.
Consultado: noviembre 2013 en https://twitter.com/Guardiacivil062
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